domingo, 27 de marzo de 2011

Yo sé bien que mi defensor está vivo

Job 19, 21-27 Job tomó la palabra y dijo: "Tengan compasión de mí, amigos míos, tengan compasión de mí, pues me ha herido la mano del Señor. ¿Por qué se ensañan contra mí, como lo hace Dios, y no se cansan de escarnecerme?

Ojalá que mis palabras se escribieran; ojalá que se grabaran en láminas de bronce o con punzón de hierro se esculpieran en la roca para siempre.

Yo sé bien que mi defensor está vivo y que al final se levantará a favor del humillado; de nuevo me revestiré de mi piel y con mi carne veré a mi Dios; yo mismo lo veré y no otro, mis propios ojos lo contemplarán. Esta es la firme esperanza que tengo".

Aun he de ver su gloria en la tierra de los vivos...

La salvación es por tus obras o por tu fe?

Gálatas 3, 1-5

¡Insensatos gálatas! ¿Quién los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad, siendo así que les hemos presentado vivamente a Jesucristo clavado en la cruz?

Sólo quiero preguntarles una cosa: ¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que, habiendo comenzado movidos por el Espíritu, quieren terminar haciendo obras meramente humanas? ¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no.

Vamos a ver: cuando Dios les comunica el Espíritu Santo y obra prodigios en ustedes, ¿lo hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque han creído en el Evangelio?


La salvación es por tus obras o por tu fe?

Pero Santiago 2 dice una fe sin obras es una fe muerta, asi que para sintetizar, no entramos al cielo por nuestras actuaciones, pero si no actuamos en que estamos creyendo, cuando hacemos una buena obra no esperamos la recompensa si no que actuamos por amor y no siendo merecedores de la salvación.

viernes, 25 de marzo de 2011

Profundidad












Como un río sin profundidad no alberga grandes peces,

Un alma sin profundidad no alberga grandes sueños

porque como los peces mueren sin agua,

los sueños mueren sin esperanzas,

y el alma sin profundidad no puede sostener grandes propósitos.