Mi alma hoy se acalla con el silencio de la pérdida, y el sentimiento de duelo, al brotar lágrimas y decir: Adiós Facundo, que tus palabras tejieron en mi alma mas que muchos sermones.
Hoy simplemente se levanta el duelo de la patria de América latina, que perdió uno de sus grandes voceros, artistas, y valientes que levantaron la voz sin temor, y que con gallardía, camino no aun patíbulo, si no a un escenario que llenó de dolor con tu partida.
No lloramos tu partida porque sabemos que estas en el cielo, lloramos por el vacío que dejaste y nos preguntamos: quien lo va a llenar.
Flores virtuales llenen los aires de esta tierra querida que hoy dejas, y lagrimas abren surcos en nuestras mejillas diciéndote, hasta pronto, que el cielo nos veremos.
